No es un secreto que la decoración minimalista lleva un tiempo marcando una tendencia alcista y asentándose como uno de los estilos referencia de la decoración moderna.
Lo esencial por encima de lo superfluo, así podríamos intentar introducir el concepto del minimalismo.
En un principio podríamos considerarlo tarea fácil, no hay más que desprenderse de todo lo que no sea imprescindible, pero…
¿Qué es lo imprescindible?
A la hora de construir un hogar debemos partir de la individualización social y cultural que nos rodea a cada uno de nosotros, cada uno ha sido educado en un contexto distinto y entendiendo como bases primordiales aspectos muy dispares. Sin embargo, todos tenemos necesidades básicas comunes y eso es lo que vamos a intentar cubrir independientemente del contexto de cada cual. Además, no debemos obviar a qué zona de la vivienda nos referimos a la hora de decidir.
En nuestro dormitorio, obviando el más que necesario armario donde dejar nuestras pertenencias personales, la cama y el colchón se convierten en protagonistas y la calidad que escojamos para cada noche que pasemos en nuestro hogar determinará la vitalidad con la que amaneceremos al día siguiente. También podríamos necesitar una mesita de noche en función de la persona, no olvidemos que todo despertador necesita un lugar, a menos que seas de esas que no lo necesitan. Si reflexionamos a fondo, nos damos cuenta de que todas nuestras necesidades básicas para el descanso estarían cubiertas con tan solo una cama y una mesita de noche, lo cual reduce, y bastante, el mobiliario de cualquier dormitorio, dando todo el espacio necesario que cualquier decoración minimalista exigen.
Fuera del dormitorio, todo se vuelve más relativo y/o circunstancial, depende más del estilo de vida que cada uno pretenda llevar. Un comedor puede ser imprescindible para una familia que requiera de una zona común donde reunirse a la hora de desayunar, comer o cenar, por el contrario, para un individuo que no tenga pareja o acompañante de cualquier índole, esto puede resultar menos prioritario pudiendo adaptar la cocina u otro rincón del hogar.
Las líneas sencillas y utilizar el mobiliario expresamente necesario son los únicos requisitos que debemos exigir a un salón minimalista que busca explotar la simplicidad, naturalidad y practicidad que puede ofrecerte dicha estancia. El sofá es el actor principal, uno que se adapte al número de personas que habitan la vivienda y ofrezca el máximo confort. En este caso, los sofás modulares pueden llegar a tener un papel determinante dada su alta capacidad de adaptabilidad a posibles cambios en la decoración o a la función que busquemos realizar en nuestro salón en un momento puntual. Lo importante, recordamos, es no recargar la estancia. Dependiendo de la iluminación que reciba la zona, podemos plantearnos incluir una lámpara, ya sea sobre el suelo o una lámpara de techo, y debemos prevenir obtener toda la luz que buscamos de la misma lámpara: ¿Por qué vamos a necesitar más de una lámpara si con una ya iluminamos toda la estancia?
¿Cómo empiezo?
Comencemos por todo aquello imprescindible, sin lo cual, no podrías llevar acabo todas tus tareas diarias. No olvides que, en este caso, tu construyes el entorno que te rodea, tu decides. Buscamos aprovechar cada rincón del hogar al máximo sin recargarlo de cosas innecesarias. Esto también incluye las cantidades, no debemos acumular ( por ejemplo, si somos dos personas en el hogar solo requeriríamos una cantidad justa de vasos y platos, si lo pensamos bien puede llegar a resultar ridícula la necesidad de apilar 20 platos en este contexto que además, solo dará menor sensación de espacio y más que limpiar.)
Únicamente materiales con una función clara diaria, e incluso artículos que cumplan más de una función a ser posible. Veáse el sistema de almacenaje que nos ofrecen variedad de camas y sofás en el mercado, pudiendo ahorrar espacio mientras descansas encima.
Debemos acostumbrarnos a dejar espacios libres o vacíos. Es el momento en el que nos demos cuenta de que el espacio también es un elemento decorativo.
El color. Buscamos armonía y equilibrio en nuestro hogar. Colores neutros y claros que permitan la máxima iluminación y sensación de amplitud en nuestra vivienda.
Actitud. Debemos decorar nuestro hogar de manera organizada. Paso a paso, y centrándonos en la zona que es prioritario en cada zona de la vivienda. La actitud también es importante. Debemos recordar que el hecho de tener menos, nos ayuda a tener que organizar y limpiar menos y ser más productivos.